Las especificaciones para las viviendas de interés social en Colombia.
Además de impresionantes obras de infraestructura que cobijan el quehacer de arquitectos e ingenieros civiles, la Norma Sismoresistente NSR-10 también contempla la construcción de proyectos más pequeños, como son las casas de una y dos plantas. De hecho, incorpora toda la reglamentación necesaria para este tipo de obras, que han cobrado especial relevancia recientemente, con la cantidad de proyectos de Vivienda de Interés Social (VIS) que se ejecutan en Colombia.
En efecto, la norma dedica un capítulo a estas casas, menciona la mampostería confinada o el bahareque encementado y presenta todas las recomendaciones técnicas que requieren. Así mismo, refiere las condiciones estructurales que garantizan la funcionalidad y resistencia de estas viviendas, y cómo manejar las cargas laterales y verticales en las diferentes regiones del país. ¿La razón? Colombia cuenta con zonas especialmente proclives a las amenazas de sismo, por lo que es muy importante conocer claramente las características del terreo y las exigencias de la norma para que la construcción soporte un movimiento telúrico.
Cabe anotar la importancia de la cimentación de las casas, con una debida estructuración de los muros en las dos direcciones, así como el uso de los diafragmas de arriostramiento en entrepisos y cubiertas. Lo cierto es que es de vital importancia tener en cuenta la configuración simétrica de la construcción, pues de ella depende que se eviten o minimicen posibles torsiones. Además, esta simetría garantiza una suerte de “amarre”, pues hace que todos los elementos se articulen entre sí para favorecer la transmisión de las cargas en la edificación.
Sin embargo, cuando no es posible lograr esta simetría, por temas que dependen más del diseño que de otro factor, se recomienda dividir la casa en varias secciones estructurales que suplan el concepto de la simetría y, con ello, se puedan generar juntas de construcción entre sí.
La norma NSR-10 también es clara en lo que se refiere a los muros estructurales, que deben tener continuidad vertical. Además, deben estar anclados a la cimentación y a su diafragma superior, independientemente de que se trate de entrepisos o cubiertas. La normativa contenida en la NSR-10 precisa: “Si un muro anclado a la cimentación continúa a través del entrepiso y es continuo hasta la cubierta, siendo su longitud mayor en el segundo piso que en el primero, será considerado como muro estructural del segundo piso, sólo en la longitud que tiene en el primer piso.”
Por otro lado, es importante evitar pesos excesivos en las casas de uno o dos pisos, pues si se presenta un sismo, las grandes masas generarán mayor fuerza y mayor inercia que se libera en los movimientos de la construcción. En las cubiertas deberían evitarse elementos muy pesados como, por ejemplo, los tanques de agua que superen 1 m3 de capacidad de almacenamiento.
En cuanto al sistema de muros confinados, se debe tener en cuenta que solo se consideran como muros estructurales, en un nivel determinado, aquellos que presentan continuidad vertical desde la cimentación hasta el diafragma superior del nivel considerado, que no tienen ningún tipo de aberturas, y que están confinados. Es decir, con sus respectivos elementos de remate en concreto reforzado (columnetas y viguetas).
Importante tener en cuenta que los muros que no sean estructurales deban amarrarse o trabarse con los muros perpendiculares y, así mismo, anclarse a los diafragmas para evitar que colapsen durante cualquier movimiento telúrico.
Cuando un muro estructural pierda más del 50 por ciento en algún punto, debido a una bajante o a algún otro elemento de las instalaciones interiores, debe considerarse fraccionado en dos, como dos muros independientes, que deberán analizarse y diseñarse aparte, confinando cada uno de ellos de manera independiente.
Hay que agregar que las aberturas en los muros deben ser pequeñas, bien espaciadas y que no pueden estar ubicadas en las esquinas. El área de los vanos de un muro no debe ser mayor al 35 % del área total del muro.
Finalmente, conviene saber que las unidades de mampostería que se utilicen en las casas de uno y dos pisos pueden ser de concreto, de arcilla cocida o de silical. Las unidades de mampostería pueden ser de perforación vertical, horizontal o macizas y deben cumplir con las especificaciones técnicas que contienen las normas NTC que expide el Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación, ICONTEC.
Recuerda que los morteros de pega utilizados en estas casas de uno y dos pisos, como las llamadas VIS, deben tener buena plasticidad y consistencia y deben garantizar la retención del agua mínima para la hidratación del cemento. Su función principal es la de adherir las unidades de mampostería y para ello se deben establecer las dosis adecuadas para que su calidad esté garantizada. La resistencia mínima a la compresión del mortero de pega a los 28 días debe ser 7.5 MPa (75 kgf/cm2), medida en cilindros de 75 mm de diámetro por 150 mm de altura. La dosificación entre material cementante (cemento y cal) respecto a la arena cernida por malla No. 8, no puede ser inferior a 1:4 en volumen.
Ten presente que las columnas de confinamiento se construyen con concreto reforzado. Deben anclarse a la cimentación, pudiendo utilizarse empalmes por traslapo en la base de la columna, y que deben rematarse anclando el refuerzo en la viga de amarre superior. Cuando una columna tenga dos niveles se puede realizar un empalme por traslapo en cada nivel. El vaciado se realiza posterior al alzado de los muros estructurales y directamente contra ellos.
Las vigas de confinamiento se construyen en concreto reforzado y sus refuerzos debe anclarse en los extremos terminales con ganchos de 90°. Las vigas de amarre deben vaciarse directamente sobre los muros estructurales que confinan y sus dimensiones serán iguales al espesor del muro, con un área transversal mínima de 200 cm2.
