A través de las causas y repercusiones, conoce qué es el síndrome del impostor y cómo tratarlo.
Pauline Clance fue la primera persona en emplear el término de síndrome del impostor en el año de 1978; también conocido como “síndrome de fraude”, es considerado un problema psicológico en el que para el individuo que lo padece, es imposible reconocer su éxito y valor personal, ya que asume los logros obtenidos como suerte o hechos coincidenciales e independiente de que se le indique lo contrario o haya múltiples pruebas de sus habilidades, cree que estas son sobreestimadas por los demás.
Asimismo, vivir con este pensamiento le causa al individuo un miedo constante por ser ‘descubierto’ y a ser catalogado como mentiroso. De acuerdo con Baida Gil, coach y mentora profesional, “quienes lo sufren tienen la sensación de no estar nunca a la altura; de no ser lo suficientemente buenos, competentes o capaces; de ser impostores, un fraude".
El síndrome del impostor no solo ocasiona problemas a nivel laboral sino también a nivel interpersonal y académico, no obstante, el 62 % de los empleados en todo el mundo lo padecen. Este puede afectar negativamente la carrera profesional de quien lo sufre, pues pensar que no está a la altura del empleo puede aumentar los niveles de estrés, reducir la productividad, deteriorar la salud mental y ocasionar agotamiento. Además, como lo afirma el doctor Evaristo Fernández, profesor de Psicología Diferencial de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED, España), quienes lo padecen "no corren riesgos ni se atreven a pedir un ascenso porque tienen miedo de no estar a la altura, así que trabajan por debajo de su potencial" o se pueden obsesionar con la idea de no querer cometer un error en lugar de ser proactivos.
Aunque suene muy sencillo, a nivel personal existen prácticas que se pueden comenzar a llevar a cabo para lograr lidiar con el síndrome del impostor, por ejemplo:
De acuerdo con los expertos, lo más común es que con el tiempo vayan desapareciendo estos pensamientos y sensaciones, sin embargo, internalizar la situación por medio de ayuda psicológica siempre es una opción a la que no se le debe huir o dejar de lado y en el ambiente laboral, desde la gestión del talento humano se debe tener siempre presente.
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