Crisis en los costos de fletes internacionales marítimos

Escrito por Equipo de Redactores Legis el 21-diciembre-2021

 

La crisis en los costos de los fletes al transporte internacional marítimo.

 

La pandemia causada por el Covid-19 ha provocado una cantidad de irregularidades en la cadena de abastecimiento que van desde la insuficiencia de materias primas o mano de obra, hasta la escasez de espacio disponible en los contenedores para movilizar productos de Asia a Occidente y en los terminales portuarios.

 

A estas irregularidades se le sumó el aumento del valor de los fletes internacionales marítimos, un incremento acelerado ocasionado por múltiples causas, entre ellas, la disminución de compras por parte de las empresas que en medio del confinamiento redujeron las operaciones de las transportadoras, y estas no estaban preparadas para responder a la reactivación económica y al resurgimiento de la demanda comercial en muchos países.

 

Adicionalmente, el cierre temporal de algunos puertos chinos y de fábricas en Vietnam, India y Bangladesh, también desbordaron el precio de los fletes, convirtiéndose en un riesgo que podía retrasar la recuperación del comercio mundial ya que el 80 % del volumen de los productos y el 70 % en valor se movilizan vía marítima y muchos bienes no pueden costear los elevados precios. Un ejemplo de esto fue lo ocurrido en el 2020, cuando transportar un contenedor de China a EE UU costaba USD 4.469, mientras que en la actualidad el valor es de USD 20.615, es decir, sufrió un aumento aproximado del 78 %.

 

Aumenta el flete, sube el precio

Desde el 2020, la flota marítima mundial funciona a media marcha, aumentando el costo de mover la carga, ejerciendo una presión al alza sobre los precios al consumidor.

 

Según datos de Drewry Shipping, firma que monitorea los precios de los fletes marítimos a nivel global, el costo de envío de mercancías desde China a Norteamérica y Europa aumentó en los últimos meses, la mayor variación se produjo en la ruta marítima que une a Shanghái y Rotterdam, en los Países Bajos, pues el costo subió un 659 % hasta alcanzar los USD 13.698.

 

Así mismo, Drewry Shipping resalta que enviar un contenedor de unos 12 metros (40 pies) en ocho de las principales rutas Este-Oeste, llegó a costar USD 9.613, un aumento del 360 % comparado con el 2019.

 

En enero del 2021, y con la incertidumbre frente a las nuevas variantes de Covid-19, la producción de bienes en Asia comenzó a recuperarse de una forma más significativa, sin embargo, los atrasos en Europa y América provocaron que la carga permaneciera detenida por las demoras en los puertos y en las aduanas; los barcos perdieron su tiempo de tránsito para pasar por el canal de Panamá y al mismo tiempo la carga se acumulaba en China a la espera de contenedores para ser embarcada.

 

En cuanto a Latinoamérica, la crisis ha sido diferente en cada país, ya que los precios varían cuando se trata de una empresa pequeña con poco poder de negociación o una multinacional que obtiene tarifas por volumen. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sostiene que antes de la pandemia, el costo del flete de un contenedor entre Shanghái y Sudamérica era de USD 2.000 aproximadamente y este ha subido a más de USD 7.000.

 

Las cifras están cambiando constantemente, las tarifas siguen variando de una semana a otra y es probable que los precios de los productos importados continúen subiendo. Algunas materias primas y ciertos bienes como los granos esenciales, de la importancia del trigo, la lenteja, garbanzo, maíz, frijol, cebada, que son adquiridos en el mercado internacional, se conseguirán a precios mucho más elevados o bien, exista un desabastecimiento a nivel global porque no hay suficiente para cubrir la demanda de los diferentes mercados.

 

¿Cuánto durará la crisis?

El cuello de botella logístico ocasionado por la pandemia, la falta de espacio en los puertos, bodegas, camiones y la escasez de conductores y trenes para transportar los productos, podría continuar hasta buena parte del 2022.

 

El cierre parcial del puerto chino de Ningbo-Zhousha en la provincia de Zhejiang, en agosto del 2021, obligó a las principales líneas navieras como Maersk o Hapag-Lloyd a buscar nuevas alternativas portuarias, a advertirle a los clientes sobre los retrasos y a estimar que la operación marítima se normalizaría a lo largo del 2022, presentando una mejora estructural a partir del 2023, cuando el año nuevo chino será un punto de cambio en la tarea de normalizar los procesos logísticos a nivel mundial.

 

Uno de los mayores desafíos que enfrentará el transporte marítimo es la toma de decisiones comerciales frente a un futuro incierto ya que se desconoce qué va a pasar con la variante Omicron y cómo afectará el costo de los fletes. Sin lugar a dudas se proyecta un gran reto para la economía global, para las empresas de transporte, exportadores e importadores, pero también se crea la posibilidad de crecer en un escenario distinto a lo acostumbrado.

 

El imparable aumento de los precios de los fletes marítimos, unido a los sobrecostes ocasionados por la falta de contenedores, la congestión portuaria y supresiones de escalas que sufre el transporte marítimo, está obligando a las empresas a mantener la política de sumarle a los precios de los productos, los incrementos de los costes marítimos, lo que tiene un impacto directo no solo en los precios sino en la inflación en la cadena de suministro global, lo que sin duda dificultará la salida de la crisis económica actual.

 

Topics: Comercio Exterior en Colombia