Conoce cómo el TLC con Corea del Sur se convirtió en la puerta de Oriente para Colombia
La relación comercial y económica entre Colombia y Corea del Sur en los últimos años, se ha caracterizado por un aumento en el intercambio comercial y de inversiones, así como una mejora en la cooperación en varias áreas del desarrollo entre ambos países.
Ante este panorama, el Gobierno colombiano decidió adelantar las gestiones pertinentes para que los empresarios colombianos de bienes y servicios, lograran un acceso preferencial al mercado asiático y, de esta manera, estrechar lazos comerciales, atraer inversión productiva e iniciar la conquista comercial del continente asiático.
El 21 de febrero del 2013 se suscribió el Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Corea del Sur, fue aprobado en el Congreso de Colombia mediante la Ley 1747 del 26 de diciembre del 2014, declarado exequible por la Corte Constitucional el 14 de abril del 2016 y entró en vigor el 15 de julio del 2016, convirtiéndose en uno de los pasos más importantes para ingresar al mercado asiático.
A pesar de las diferentes controversias que generó la firma del acuerdo en relación a los sectores más sensibles para la economía del país, el TLC establece nuevas oportunidades comerciales y brinda un marco jurídico a las relaciones bilaterales, ya que el mercado asiático equivale a aproximadamente el 60 % de la población internacional, representa el 34 % del Producto Interno Bruto del mundo, y es una economía que ha crecido de manera acelerada en las últimas décadas, transformándose en un potencial inversionista para Colombia.
¿Cuáles son las oportunidades comerciales que tiene Colombia en el marco del TLC con Corea del Sur?
La firma de este TLC, permitirá que las exportaciones colombianas de productos industriales y agrícolas sean más competitivas y puedan acceder a un mercado con un gran poder adquisitivo y con orientación importadora. En cuanto al sector industrial de insumos y materias primas, este contará con la participación de un proveedor de talla mundial favoreciendo el entorno para nuevas inversiones en áreas claves del país como infraestructura vial, energética y de comunicaciones.
Para los exportadores e importadores colombianos, representa nuevas oportunidades de mercado, nuevos vínculos en las cadenas de producción y suministro, la posibilidad de crear alianzas productivas y comerciales, más clientes, ofrecer mejores condiciones para atraer inversionistas, mayores opciones para sus compras y mejores precios, sin dejar de lado la amplia gama de productos que impulsarán las exportaciones del país en sectores como el agrícola, agroindustrial, minero-energético y el manufacturero.
En lo que respecta a las industrias creativas, estas son consideradas como puntos clave para el desarrollo económico de Corea del Sur, es por esto que las exportaciones colombianas de servicios, cuentan con oportunidades comerciales en videojuegos, aplicaciones móviles, desarrollo de software, industria gráfica y editorial.
Cabe resaltar que entre el 2017 y el 2020, en materia de inversión, Corea del Sur fue el tercer mayor inversionista de Asia en Colombia.
¿Cómo será el tratamiento para las importaciones coreanas en Colombia?
A las mercancías importadas de Corea del Sur se les concederá el mismo tratamiento que se les otorga a las mercancías nacionales, no obstante, el Gobierno colombiano mantendrá algunas medidas para aquellas mercancías usadas, remanufacturadas, saldos, de segunda mano y automóviles usados que lleguen al país; los productos ingresarán con ventaja arancelaria de manera gradual, dependiendo de la sensibilidad del bien.
Los coreanos concentran sus intereses y mantienen sus fortalezas en el ámbito industrial, en sectores como el de automóviles, maquinaria y equipo, productos de metalurgia, entre otros. Ante este panorama, Colombia estableció medidas para favorecer la participación de las pequeñas y medianas empresas en las licitaciones públicas y que esta protección no esté sujeta a ningún umbral.
En el TLC con Corea, no habrá riesgo de triangulación comercial desde China, es decir, no se podrán evitar cuotas compensatorias al ingresar al país mercancías a muy bajo costo que en algunas ocasiones puedan estar por debajo del valor de la producción nacional, ya que el Tratado cuenta con un capítulo de Reglas de Origen que contempla exigencias de transformación e incorporación de valor agregado en las Partes como requisito necesario para que los productos se beneficien del acceso preferencial negociado.
Balanza comercial
A pesar de que el 2020 fue un año de retos y que el comercio exterior del país presentó fuertes repercusiones por las medidas establecidas para mitigar la propagación del Covid-19, las exportaciones de Colombia a Corea aumentaron un 18 % con respecto al 2019, alcanzando USD571 millones, productos como el café, cuyas ventas ascendieron un 29,2 %; banano, con un crecimiento superior al 1.000 %; flores, con 10,1 %; insecticidas, que lo hicieron en 14 %; crustáceos en 69,4 %; y demás papeles y cartones que se incrementaron en 40,2 %, ayudando a impulsar las exportaciones a ese mercado.
En cuanto a las importaciones coreanas a Colombia, en el 2020 estas llegaron a USD676.375 millones, registrando una disminución del 10,71 %; los navíos de guerra, reactivos de diagnóstico o de laboratorio, mezclas de alquilbencenos y mezclas de alquilnaftalenos, vehículos para el transporte de personas, con motor de émbolo (pistón) alternativo, de encendido por chispa, de cilindrada superior a 1.000 cm3 pero inferior o igual a 1.500 cm3 y productos laminados planos de los demás aceros aleados, fueron los bienes con mayor participación en las compras colombianas provenientes del país asiático.
El TLC entre Colombia y Corea del Sur es el resultado de un arduo trabajo realizado por el gobierno con el objetivo de lograr un acceso preferencial para los productos y servicios colombianos en el mercado asiático, estrechar lazos comerciales, atraer inversión productiva y abrir el camino a futuras negociaciones con países como Singapur y Japón, es del caso recordar que, con este último país se firmó un acuerdo bilateral para la protección y promoción de las inversiones.
