Sistemas de seguridad en edificios inteligentes: cuáles son y cómo funcionan
Es claro que el confort y la sostenibilidad, representada fundamentalmente en el consumo razonable de energía y agua, son factores clave en los edificios inteligentes. Ya hemos visto cómo, a través de mecanismos y dispositivos automatizados, se encienden y apagan las luces, se abren y cierran las puertas o se activan los sistemas de riego de los jardines, entre otras acciones. También, que se pueden programar las alarmas necesarias para agendar y realizar el mantenimiento de las instalaciones hidráulicas, eléctricas, techos, fachadas y demás en estas construcciones. Todo ello tiene en común el uso de sistemas de información que, a partir de datos almacenados, planea actividades en función de requerimientos específicos. Veamos ahora cómo son y cómo funcionan los sistemas de seguridad en edificios inteligentes.
Pues bien, además de considerarla como garantía de la integridad de la edificación y sus usuarios, la seguridad en edificios inteligentes también tiene que ver con la protección de la data almacenada en los paneles de información. Comprensible; el nivel de sofisticación que ofrecen las nuevas tecnologías almacena información importante sobre los usuarios u ocupantes. Lo vemos al entregar nuestra identificación al ingresar a una edificación o cuando se acude a los sistemas biométricos para permitir o no la entrada a zonas específicas. Por fortuna, en Colombia tenemos políticas claras sobre el manejo de datos personales, lo cual blinda la información que reposa en el panel central de la edificación.
De cualquier manera, como la gran preocupación continúa siendo el bienestar y la privacidad de las personas, es necesario asegurarse de que los sistemas de automatización implementados cuenten con una red segura conectada a una única base de datos. Para ello, existen soluciones como BMS (Building Management System) o BAS (Building Automation System) que operan de manera automática todo lo referente al edificio. Es decir, gracias a ellos, garantizan la autogestión que define a los edificios inteligentes.
El BAS incorpora subsistemas que se enlazan y se operan desde un panel central o una estación de control. Es decir, conforman una red por donde llegan los datos hasta la central, desde donde se programan las acciones o actividades del caso. La ventaja es que cada construcción es única, razón por la cual su red y sistema también lo son. De hecho, deben ser diseñados a la medida de las necesidades de sus ocupantes, con lo cual se puede afirmar que los sistemas de seguridad en edificios inteligentes ofrecen una suerte de salvaguarda a los datos, pues no se replican ni comparten. Se almacenan y usan para propósitos específicos en cada edificación.
De cualquier manera, la seguridad informática es clave, para lo cual se deben implementar protocolos claros. Obviamente, cotar con proveedores y operadores confiables, que aseguren la privacidad de los datos.
El punto convergencia entre esta ciberseguridad y la convencional, que cuida y protege la integridad de las personas y los bienes, también se puede maniobrar con BAS. De hecho, este sistema ofrece varios servicios, como veremos:
- Instalación, gestión y funciones de control
- Gestión de la energía
- Gestión de riesgos
- Procesamiento de información
- Gestión de instalaciones
- Monitoreo y diagnóstico de desempeño
- Manejo de mantenimiento
Así las cosas, controla la iluminación, los ascensores, el uso de agua y energía y la temperatura de los espacios, entre otros aspectos, junto con el Circuito Cerrado de Televisión, las alarmas, los sensores de acceso y los demás dispositivos que conforman el sistema de seguridad y control de acceso de la edificación.
Seguridad y blindaje tanto de la data como de la integridad física de las personas y de la construcción. Un beneficio doble que solo pueden garantizar los sistemas de seguridad en edificios inteligentes.
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