Títulos de la NSR-10 sobre el análisis de cargas vivas y muertas en las construcciones.
Como ya sabemos, antes de emprender cualquier tipo de construcción conviene leer con atención la norma NSR-10. Formulada como Sismoresistente es, en realidad, el compilado de regulaciones que se deben cumplir en Colombia para contar con una edificación apta y segura a la luz de la ley.
Ahora bien, aunque buena parte de los capítulos que la componen velan porque sea, en efecto, invulnerable ante los sismos, es importante revisar aquellos que abordan de manera específica las cargas que, en definitiva, son claves en la resistencia de las estructuras.
Empecemos por definirlas; a groso modo, las cargas son los factores a los que se expone la edificación, como el uso y el tráfico o los materiales implicados en la estructura. Las primeras son las llamadas cargas vivas y las segundas, las muertas.
La Sociedad Colombiana de Ingenieros las define claramente:
Carga muerta: Es la carga vertical debida a los efectos gravitacionales de la masa, o peso, de todos los elementos permanentes, ya sean estructurales o no estructurales.
Carga viva: Es la carga debida al uso de la estructura, sin incluir la carga muerta, fuerza de viento o sismo.
Recomienda además, que se acuda al título B de la norma para ampliar la información que se requiera a fin de lograr una edificación totalmente segura.
La norma establece que "La carga muerta cubre todas las cargas de elementos permanentes de la construcción ... y que no son causadas por la ocupación y uso de la edificación". Por su parte, explica que las cargas vivas son “debidas al uso y ocupación de la edificación, incluyendo cargas debidas a objetos móviles". Vale la pena agregar que en esta categoría se incluyen las cargas debidas al viento y los sismos.
Como es de esperarse, toda construcción se ve afectada por ellas así que, desde el momento del diseño, se deben considerar con un cálculo o estimación de cargas. Incluso, cuando se trata de viviendas, las que se generan con el empozamiento de aguas en la cubierta.
La norma NSR-10 es clara y dedica el título A a los lineamientos de consideración obligada desde el diseño y el B, a las características de las cargas. Todo ello con el objetivo de garantizar una buena ecuación entre la concepción en planos y la ejecución de la obra.
Y aunque tomarlas en consideración es fundamental al momento de “rayas en el papel”, tener claridad sobre las cargas, los materiales y el impacto de cada uno de estos elementos será de vital importancia en labores preventivas y de mantenimiento de la construcción.
