Remodelar: buen negocio

Escrito por Equipo de Redactores Legis el 8-mayo-2024

Es claro el sector de la construcción es uno de los más afectados por la realidad económica que atraviesa el país. Ya se habla de contracción, con lo cual el panorama no parece muy esperanzador.

Y aunque las razones son de diversa índole -desde el desistimiento en la compra de vivienda, pasando por la detención en la asignación de los subsidios de vivienda, hasta la afectación de la devaluación en los precios de materiales- el mayor impacto lo resiente la construcción de cero.

Sin duda, es una importantísima actividad del campo constructor, pero no la única; de hecho, la intervención a edificaciones o viviendas de segunda mano se presenta como un interesante campo de acción en las circunstancias actuales.

Comprensible: todos los inmuebles requieren obras de mantenimiento y modernización para estar al día y, si son reformas estructurales, requieren el conocimiento, pericia y experiencia de un profesional de la construcción. Con mayor razón si el objetivo es el de valorizar la propiedad, a fin de hacerla más atractiva en el mercado inmobiliario.

En efecto, las reformas estructurales, que permiten modificar sustancialmente una vivienda o construcción, son la manera más segura para incrementar el valor de cualquier propiedad, así que incurrir en una obra de estas características es una inversión recuperable. Además, con los nuevos diseños y materiales se puede conseguir aislamientos térmico y acústico, mejor conectividad y mayor aprovechamiento de las fuentes de luz natural, que revierten en ahorros importantes en las facturas de servicios públicos.

Una intervención estructural puede afectar la estabilidad del inmueble y/o alterar su forma y disposición original. Por ello, requiere el conocimiento experto de un profesional de la construcción. Y no solo por lo que refiere al inmueble en sí mismo, sino al conocimiento legal que se precisa para adelantarla. Lo cierto es que, aunque parezcan menos complejos que una construcción de cero, este tipo de proyectos también revisten implicaciones importantes que pueden poner en riesgo a la edificación o a sus ocupantes.  

 

Por ello, precisan de la licencia de construcción. Tal como hemos anotado en el blog de Legis: “Para algunos es un trámite “engorroso”, por lo cual acuden a expertos en urbanismo que conocen los términos del proyecto y las gestiones legales; esta puede ser una buena decisión para quienes no dominan el proceso, pues los conocedores saben cómo y cuándo presentar el documento.

 

¿Qué tipos de licencias existen para adelantar una reforma estructural?
PARA MODIFICACIÓN: Es el permiso para intervenir el diseño arquitectónico o estructural de una edificación ya existente, pero sin que ello implique aumentar el área construida.
PARA AMPLIACIÓN: Permite aumentar el área construida en edificaciones existentes.

PARA ADECUACIÓN: Autoriza el cambio de uso de una edificación o parte de ella. Pero no permite alterar la construcción original.

PARA DEMOLICIÓN: Permite derribar total o parcialmente una o varias edificaciones existentes en uno o varios predios. Esta licencia deberá tramitarse de manera simultánea con otra modalidad, a fin de tener claro el uso que se le dará al inmueble.

PARA CERRAMIENTO: Autorización encerrar de manera permanente un predio de propiedad privada.

PARA RESTAURACIÓN: Favorece la adecuación y recuperación de una una edificación declarada como bien de interés cultural o parte de ella, manteniendo su uso original o permitiendo el desarrollo de otro garantizando su conservación.
PARA REFORZAMIENTO ESTRUCTURAL: esta licencia faculta para hacer trabajos que fortalezcan o intervengan las estructuras de una edificación, bien sea porque lo requiere por el deterioro causado por el tiempo, por el cambio de uso de la misma o porque deba ajustarse a la noma sismorresistente NSR-10.

Desde luego, para la concepción y ejecución de la obra, así como para la gestión de la licencia, se debe contar con la asesoría de un profesional, bien sea arquitecto o ingeniero civil, de manera que no se ocasionen daños estructurales al inmueble en cuestión ni a los vecinos.

 

En la edición 211 de nuestra revista Construdata, ahora en formato digital, podrás conocer toda la información sobre reformas estructurales, licencias, documentación y reparaciones locativas. Espérala en junio de 2024.

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