Usos, bondades, ventajas... Te contamos para qué sirve el unicel en la construcción
Aunque se alcen voces en contra del uso de ciertos materiales plásticos y/o derivados del petróleo en el campo de la construcción, no podemos desconocer el aporte de algunos de ellos en procura de procesos más ágiles, estructuras más resistentes y protegidas y materiales tan resistentes como flexibles.
Uno de ellos es el unicel, una suerte de poliestireno expandido que tiene importantes aplicaciones gracias a las virtudes que veremos más adelante. Podríamos definirlo como un plástico espumado; esto quiere decir que está compuesto por plástico -desde luego-, pero con un 95 por ciento de aire. Esta condición le otorga unas características particulares, como resistencia, flexibilidad y una gran ligereza.
Como si fuera poco, es un excelente aislante de temperatura y sonido, con lo cual se convierte en un aliado estupendo para requerimientos estructurales, térmicos y acústicos. Nada mal para ser un material tan sencillo y liviano, ¿verdad?
Y aunque el unicel tenga algunos detractores entre las ramas más puristas y ortodoxas de la construcción sostenible por cuenta de su origen, pues se obtiene a partir del moldeo de perlas de poliestireno expandido que se rellenan de aire, sus defensores arguyen que la cantidad de material plástico es poca, pues, como lo mencionamos arriba, tiene 95% de aire. Funciona, guardadas las proporciones, como el plástico de burbujas que se utiliza, especialmente, para envolver y proteger de golpes y agentes externos una gran variedad de artículos.
Ahora bien, ¿para qué sirve el unicel en la construcción? Habiendo aclarado su origen y composición, centrémonos en sus usos en el sector que nos ocupa. Partamos de la base de que, por novedoso que parezca el término “unicel”, de manera genérica se viene utilizando desde hace varias décadas.
Su uso más recurrente es en los casetones, lo cual nos lleva a ahondar en este tipo de elemento. El casetón es un termoaislante que se utiliza en revestimientos. De hecho, se emplea en los morteros básicos, pinturas y estucos, entre otros.
El casetón de unicel se usa, además, en el aligerado de losas, azoteas, losas de entrepiso y de cimentación. Adicionalmente, se destina al relleno del terreno gracias a que es sumamente resistente y cuenta con una gran capacidad de carga. También, se reserva para los muros estructurales (recordemos sus propiedades como aislante acústico y térmico) y en el entramado de trabes entrecruzadas.
El unicel también se usa en la elaboración de las bovedillas que forman parte de los sistemas de viguetas. La razón es sencilla: dado su bajísimo peso y gran resistencia, es la solución ideal para reemplazar a materiales más pesados como el barro cocido o el mismo concreto.
Finalmente, pero no por ello menos importante, el unicel permite crear un sistema constructivo que se conoce en el mercado como Panel W o Covintec, que consiste en la creación de láminas de unicel reforzadas con mallas de alambre electrosoldado que se usan en muros y cubiertas.
Las láminas de unicel son hojas de tamaño variable y espesores que van de los ⅜” a las 2½ pulgadas y se utilizan como aislante térmico y acústico dentro de los muros hechos a base de marcos y tableros, ya sean de madera o de yeso. Otra de sus grandes ventajas es que los muros fabricados de esta manera pueden soportar hasta 14 toneladas de carga axial por metro.
Dicho esto, la próxima vez que te preguntes para qué sirve el unicel en la construcción, remítete a lo consignado en este blog para reconocer el enorme valor y potencial que tiene este material de tantas aplicaciones.
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