Conoce por qué el cálculo del impuesto a la renta ha sido famoso por su complejidad.
En alguna ocasión, Albert Einstein manifestó que “no hay nada más complejo que el impuesto a la renta”, al parecer, el célebre científico estaría en lo correcto, si se considera que el cálculo de este tributo causa bastantes dolores de cabeza de forma indistinta, tanto a contadores y asesores de impuestos, como a los contribuyentes del mismo.
Ahora bien, un aspecto que reforzaría la expresión de Einstein, en un país como Colombia, sería el tiempo dentro del cual se realizan modificaciones a las normas fiscales, pues, en promedio cada 18 meses el Congreso está expidiendo leyes de reforma tributaria, las cuales, en su mayoría, se refieren a temas sobre la determinación del impuesto sobre la renta.
Actuales sistemas de determinación sobre la renta
Para abordar la actual determinación del impuesto sobre la renta, debe recordarse que este gravamen se calcula a partir de la disminución de costos y gastos a los ingresos del contribuyente, con el fin de obtener la renta líquida a la cual se le aplican las respectivas tarifas, ya sean fijas en el caso de las sociedades, o progresivas si se trata de una persona natural residente.
Con las modificaciones al Estatuto Tributario, realizadas por la Ley 1819 de 2016, se dieron grandes cambios a la estructura del cálculo del impuesto sobre la renta. Si bien, en el caso de las personas jurídicas y las personas naturales obligadas a llevar contabilidad, se mantiene la determinación a partir de la depuración de los ingresos, aminorándolos con los respectivos costos y gastos; tales conceptos deberán registrarse en la declaración de renta, según la técnica contable, es decir, acorde con el tratamiento contemplado en las normas que regulan los aspectos contables, salvo que la misma norma fiscal indique cual debe ser su tratamiento.
Por su parte, para las personas naturales residentes, inicialmente se estableció un sistema de rentas cedulares el cual, hasta el año 2018, llevaba sus propios límites y formas de aminoración de costos y gastos, según el origen del ingreso (laboral, capital, no laboral, pensiones o dividendos); situación que cambió con la promulgación de la Ley de financiamiento (L.1943/2018), homologada por la Ley de crecimiento económico (L. 2010/2019), ya que de las cinco cédulas, se redujo a tres, pues, agruparon a los ingresos laborales, de capital y no laborales en una sola cédula, llamada cédula general, y estableció un límite general para los costos y gastos, el cual no podrá superar el 40 % del ingreso neto o 5.040 UVT al año, en esta cédula.
No obstante, y más allá del enredo que esto pueda aparentar, con la debida atención y las herramientas adecuadas, hoy en día es más fácil comprender la dinámica de este impuesto y su cálculo, por ejemplo, existen publicaciones especializadas, como el régimen explicado de renta, o la guía Legis para la declaración de renta que, explican y ayudan comprender la determinación del impuesto sobre la renta, haciendo más fácil el trabajo o el estudio del impuesto, según nuestra área de interés, y por qué no, clarificar las dudas de la relatividad tributaria.
