Estos son los trámites que se deben realizar ante las curadurías urbanas.
Con la reciente promulgación del nuevo POT de Bogotá se presenta un nuevo escenario para la construcción en la capital del país. En efecto, será la “hoja de ruta” del sector, pues define los límites y alcances del uso del suelo, la manera de construir y hasta ratifica cómo se deben tramitar los permisos, licencias y demás documentos que permitan el flujo de trabajo de cualquier proyecto constructivo. Es decir, reconoce y valida la importancia y gestión de las curadurías urbanas.
Asimismo, el Plan de Ordenamiento Territorial pone sobre la mesa nuevas disposiciones que, de no tomarse en consideración al pie de la letra, podrían acarrear serias repercusiones. Lo cierto es que, además de las sanciones urbanísticas preexistentes, podrían surgir nuevas talanqueras para los constructores, dadas las nuevas reglas establecidas en el POT. En pocas palabras, es preciso tener el documento a la mano para ajustarse a sus lineamientos y evitarse problemas, que pueden tratarse de multas de diferentes cuantías o la demolición de la obra.
Pero, ¿qué tan claro es el papel de las curadurías? Si bien es cierto que los profesionales del sector de la construcción reconocen su voz y su valía, el detalle de su gestión no es de todos conocido. Comprensible, la documentación legal suele estar en manos de los asesores jurídicos de las empresas o de los proyectos y no necesariamente bajo la tutela de los arquitectos e ingenieros civiles, pues a ellos les competen tareas específicamente ligadas con el desarrollo de la obra.
En esta edición, daremos un repaso para entender mejor la acción de los curadores y las curadurías. Empecemos por aclarar que los curadores son elegidos y nombrados por los alcaldes, así que están vinculados con la administración de una determinada ciudad o municipio. En tal sentido, desempeñan una función de carácter público que no es otra que la de velar por el cumplimiento de las normas urbanísticas y de construcción vigentes en el lugar donde ejercen (de ahí que tengan tanta figuración en el POT).
Las curadurías urbanas avalan el uso del suelo y verifican que los proyectos sean realizables en las condiciones presentadas en la documentación requerida para expedir el permiso de construcción, pues conocen las condiciones y restricciones de las diferentes zonas; por ejemplo, si en determinado lugar de la ciudad es permitido construir bodegas o locales comerciales o si, por el contrario, el uso del suelo es estrictamente residencial. Lo cierto es que trabajan en llave con el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial y las oficinas de planeación de las alcaldías, así que tienen un alcance mayor.
Entonces, ¿qué trámites se hacen ante las curadurías urbanas? En términos generales, el estudio y expedición de las licencias de parcelación, urbanización, construcción y subdivisión de predios. De manera detallada, estos son los trámites que se pueden realizar en estas entidades:
Estudio y expedición de licencias urbanísticas: comprende la vigencia de licencias urbanísticas, las prórrogas y revalidaciones de licencias urbanísticas; urbanización, parcelación y subdivisión; licencia de construcción; licencia de intervención y ocupación del espacio público; modificación de licencias urbanísticas vigentes y reconocimiento de existencia de edificaciones.
De ahí que los curadores deban ser arquitectos o ingenieros civiles, preferiblemente con posgrado en urbanismo o planificación urbana o regional. Estos conocimientos y competencias son claves, pues, además de otorgarles criterio y discernimiento, les permiten dominar conceptos técnicos propios de su quehacer, así como la responsabilidad civil de construir de manera segura y con los materiales indicados. También deben conocer los planes de crecimiento y desarrollo de la alcaldía, para emitir las licencias con conocimiento de causa y de acuerdo con las necesidades del municipio.
